jueves, 19 de mayo de 2016

Mónaco Historia


Durante la II Guerra Mundial se produce la llegada de las tropas italianas en junio de 1940 inquietó al príncipe Luis II de Mónaco, puesto que creía que se produciría una anexión y su posterior destitución. Por ello, se acercó al Gobierno de Vichy, tanto a Pierre Laval como al Mariscal Pétain, a los que pidió, con éxito, ayuda. Hitler ordenó la invasión de Mónaco por el ejército alemán en septiembre de 1943 al igual que de la Francia de Vichy y de Italia. Mónaco fue liberado por tropas de Estados Unidos al final de la guerra.
En 1962, se promulgo la nueva constitución, asegurándose así de respetar los derechos fundamentales de los monegascos: Al año siguiente, se firmó un tratado con Francia del cual se arreglaron diferendos económicos y se crearon nuevos acuerdos de vecindad y moneda, que se renovaron en 2002 con la puesta en circulación del Euro en Mónaco si bien este estado no es miembro de la Unión Europea (UE).
En 1982, muere de un trágico accidente la esposa de Rainiero III, la princesa Grace, del cual conmovió a todos los círculos del principado y de jet-set mundial y del cual realizó aportes valiosos al desarrollo cultural del país. Años después, su compañero, el príncipe soberano, Rainiero III, falleceria el 6 de abril de 2005, siendo sucedido por el príncipe Alberto II de Mónaco, hijo de Rainiero y Kelly.
Desde el siglo XIII, los Grimaldi, una familia patricia originaria de Génova, ocupan ese pedazo de tierra rocosa a orillas del Mediterráneo, enteramente rodeado de territorio francés; dominio que los convierte en la dinastía reinante más vieja de Europa.
En 1856, para paliar la falta de recursos financieros, agravada por la pérdida de dos localidades -Menton y Roquebrune- que pasaron a formar parte de Francia, el soberano de entonces, príncipe Carlos III, autorizó la apertura de casas de juego y casinos -prohibidos en los territorios vecinos. Esto le permitió a Mónaco unrápido enriquecimiento y desarrollo, al punto que en 1869, el soberano pudo darse el lujo de suprimir los impuestos personales e inmobiliarios, lo que generó un boom de construcción. Unos años antes, se creó la Sociedad de Baños de Mar a la que se le concedió la explotación del casino, ubicado en un barrio que adquirió desde entonces el nombre de Monte Carlo, en homenaje al visionario soberano.
Estas primeras exenciones marcaron en efecto el destino del principado como paraíso fiscal y refugio de fortunas bien o mal habidas. Ni la Segunda Guerra Mundial interrumpió la vocación del pequeño Estado de ser "facilitador" de  transacciones bancarias y financieras. Mónaco adoptó una política de "neutralidad" al estilo suizo, lo que le permitió al gobierno alemán eludir el embargo impuesto por los aliados y al Principado sostener su prosperidad financiera.
En teoría, Mónaco es un Estado independiente. En la práctica, su supervivencia está atada a la relación con Francia que, entre otras cosas, asegura su defensa. En 1641, un tratado puso al Principado bajo cierta tutela francesa, pero con respeto de su autonomía. Unidad aduanera o protectorado, las fórmulas de su relación con Francia han ido cambiando y adoptando términos que van de la "amistad protectora" a una "comunidad de destino", tal la fórmula adoptada en 2002.
En el año 2009, la OCDE sacó a Mónaco de la lista de paraísos fiscales para pasarla a una un tanto gris de territorios que "se comprometen a mejorar la transparencia e intercambio de información" sobre operaciones financieras en sus jurisdicciones.

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